Buena historia y buena literatura. Desde la Francia del siglo XVIII un joven sin perspectivas de futuro va subiendo en la escala social gracias a sus dotes como perfumista. Perseguir la fragancia perfecta no es tarea fácil, aunque eso no es obstáculo para que Bauptista lo intente, con fórmulas peculiares y resultados sorprendentes.
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