El perfume: Historia de un asesino

Un huérfano de nombre Grenouille, nacido en Francia en el siglo XVIII en el mercado de pescado, donde el hedor es el punto de partida que marca el autor para dotar de un olfato sin precedente a su protagonista, abandonado por su madre al nacer y al que le deparan en su orfandad interminables abusos en un período de absolutismo político. Sumado a esto, padece de un físico horrible, jorobado, sin gracia y sin aroma ni para sudar, que lo separa de las masas, lo relega al final de la fila de los marginados. El indefenso hombrecillo, resulta ser un asesino serial, cuyas víctimas solo son jóvenes vírgenes identificadas por la exactitud de su olfato, de quien quiere extraer el elixir magistral.

Y viene la mejor parte: Describe un olor? Elige. El que sea. Ahora intenta describir el olor de todo cuanto te rodea. He ahí la grandísima labor de este autor, que es una barbaridad. de imaginarme la lista sin fin que tuvo que hacer para dotar de imagen y sonoridad (a veces) lo que se capta por la nariz; SIN PALABRAS.

Este hombrecillo poseía la mejor nariz de Francia y su "creador" usó los signos del lenguaje e hizo una obra grandísima con tan poco. Podía tomar un olor lejano, cualquiera, una piedra incluso, descomponerla en partes odoríferas, identificar cada partícula, y clasificar estos olores en su mente como metidos en un cajón, vaya, como las tarjetas de una biblioteca (autor, género, piso,pasillo, estante). Luego su mente jugaba con estos aromas: mezclas nuevas, separaciones, creando fragancias inexistentes. Cada olor era siempre nuevo, nunca hubo dos olores parecidos, todo cuanto entraba por su nariz, quedaba clasificado en su mente extraordinaria.
Solo comprendía al mundo captando olores y se excluía de los conceptos abstractos dictados por la sociedad como "piedad": desconocidos para él.

Este juego de oler, imaginar y crear, lleva un arduo trabajo descriptivo de los mejores que he leído jamás. Tanto el orden para identificar la fragancia, como para los utensilios usados de la perfumería y destilería, como para la creación del aroma. Es un correr desbocado el pasar de una cosa a la otra. Podías ver a Grenouille haciendo todo esto, porque las descripciones son paisajes completos de mente y acción de su protagonista. En serio: DEMASIADO!

La psicología del personaje es intensa y bien lograda, la ambientación de la época es de primera y la transmisión de sensaciones a través del olfato; genial. Con razón este libro fue un bestseller por 9 años.

El perfume fue un libro que me encaminó como lectora hace muchos años, al que me he acercado en varias ocasiones, siempre sorprendiéndome de la capacidad para recrear por medio de las palabras y directo a mi nariz, esa Francia nauseabunda del siglo XVIII.⁠⁠
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Una historia a la que sólo puedo calificar de única y que me atrajo inicialmente por la frase “historia de un asesino”, pero que pronto me envolvió en el proceso de transformación del desdichado protagonista, un hombre sombra que busca manipular a la humanidad embotellando el amor, la atención y el éxito.⁠⁠
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Para mí, siempre será una de esas historias que entra en la categoría de -todos tienen que leer alguna vez en la vida-⁠⁠

Buena historia y buena literatura. Desde la Francia del siglo XVIII un joven sin perspectivas de futuro va subiendo en la escala social gracias a sus dotes como perfumista. Perseguir la fragancia perfecta no es tarea fácil, aunque eso no es obstáculo para que Bauptista lo intente, con fórmulas peculiares y resultados sorprendentes.

Está es sin duda una novela que marco toda una generación, un Best seller de cajón, almenos en mi país, México, y si me refiero a el perfume de Patrick Süskind.
Esta novela nos transporta a el París del siglo XVIII atravez del olfato de Jean-Baptiste Grenouille, un personaje que luchara con su condición marginal e ira escalando posiciones sociales a lo largo de su vida gracias a su don nazal, volviendose un gran perfumista cuyos aromas surgen de una fórmula macabra que involucra a mujeres jóvenes.
Vale la pena leerlo.

Libro con temas interesantes, para mi que comprendo el funcionamiento del cuerpo humano me ha fascinado y al mismo tiempo perturvado un poco.
Sencillo de leer, con descripciones muy detalladas y necesatrias que permiten comprender la escencia del personaje, ademas de que el vocabulario no es complejo.

Al escritor alemán Patrick Süskind tan sólo le bastó con sacar a la luz su segunda obra para ser recordado y alabado internacionalmente, convirtiendo su primera novela en el best-seller más traducido de su país. El narrador omnisciente de la historia cuenta la vida completa de Jean-Baptiste Grenouille, un joven bendecido con un curioso don: la hipersensibilidad olfativa. Desde el momento de su nacimiento, el protagonista deberá enfrentarse a multitud de dificultades: una niñez repleta de rechazos sociales y trabajo duro diario con el único fin de subsistir siendo percibido exteriormente casi como un intocable de las bajas castas hindúes. La historia se subdivide en cuatro partes delimitadas por acontecimientos esenciales que marcan el progreso personal de Grenouille, comenzando por su infancia en París y prosiguiéndose con el descubrimiento constante de nuevos olores que dotan a nuestro joven de una intuición propia de la ciencia ficción. Hacia la mitad de la historia veremos un punto de inflexión característico de la persona que se replantea todos sus ideales con el fin de, posteriormente, dar un giro de 180º en sus acciones y objetivos. El lector se replanteará constantemente si este progreso es conducido por la razón o la locura, y degustará un final que no lo dejará indiferente. Las repercusiones de cada decisión tomada se verán conectadas en cada acontecimiento clave de la obra, mezclando astucia, poderes sobrenaturales, manipulación mental, homicidios, búsqueda de potestad y la insatisfacción voraz de un hambriento emocional .

Se trata de la segunda obra publicada de Patrick Süskind, tras “El contrabajo” (1981). “El perfume” (1985) no tardó en convertirse un “best seller” y traducirse a decenas de idiomas. En mi caso, he decidido releer este libro después de varios años por las buenas sensaciones que me transmitió la primera vez que lo hice. Y no me he equivocado, ha vuelto a embaucarme con los olores y fragancias de los perfumes que es capaz de fabricar Jean-Baptiste Grenouille, su protagonista. No tanto con las mismas sensaciones que el autor es capaz de trasladar al lector como pueden ser el hedor de las calles de los barrios bajos de París y los olores corporales de sus ciudadanos.

Es curioso como el autor es capaz de recompensar la maldición que supone la falta de olor corporal de Jean-Baptiste con ese “don” que tiene para percibir cualquier sustancia que le rodea. A medida que la obra va avanzando.

Una de las cosas que más me gustó del libro es cómo muestra la manera en la que el protagonista se desenvuelve dentro de la sociedad y cómo utiliza esa ausencia de olor corporal en su beneficio o crea diferentes perfumes para cada ocasión que debe afrontar según sus necesidades. Eso le permite ir escalando en el estrato social hasta convertirse en un aclamado perfumista. El problema es que para conseguir esa esencia que tanto busca debe asesinar a las personas que los contienen, en este caso mujeres, para poder arrebatársela.

Un libro cargado de excelentes descripciones desde las primeras páginas. La manera en la que el autor describe los escenarios y muchos de los pasajes del libro animan a seguir leyendo en todo momento a pesar de contener pocos diálogos, algo que quizá se eche de menos a lo largo de la obra.

Probablemente lo que más me haya cautivado de esta obra sea la premisa de la que parte y el escenario en el que el autor decidió desarrollar la historia, ya que es todo un acierto. Por otro lado, lo que más me impactó fue su sorprendente final.

Existe una versión cinematográfica de “El perfume”, que queda lejos de la novela, ya que a pesar de las buenas interpretaciones de sus protagonistas, no es capaz de transmitir las sensaciones del libro por razones obvias.

La perfecta historia de un siglo y un implicado y rechazado por una sociedad decadente,consumada en la obra y arte de un gran asesino...

Este libro es una obra maestra llena de contrastes. Por un lado, tenemos un personaje prácticamente maldito, un tipo que desde que nace es rechazado por todo el mundo (de hecho, su madre acaba decapitada porque reconoce que iba a dejarlo morir), un don nadie que nadie quiere a su lado y al que la vida le tiene preparadas cosas muy desagradables pero nosotros tampoco sentiremos empatía por él. Se trata de un ser tan deforme por dentro como lo es por fuera, un tipo abominable que según va madurando se va convirtiendo en un hombre egoísta y vanidoso con aires de grandeza tales que verdaderamente se cree por encima de todo el mundo. Quiere y necesita ser el centro de atención, pero no creáis que intenta lograr una posición social de manera lícita, no. Utiliza su mayor don: la elaboración de perfumes. Jean-Baptiste conoce el mundo a través de los olores, es capaz de reconocer todos y cada uno de los componentes de las fragancias a su alcance y de discernir cualquier olor extraño a su alrededor, lo que nos lleva a otro contraste: el escritor nos va a llevar por un camino plagado de olores y creerme cuando os digo que acabareis incluso masticando esos olores, y no todos son agradables. Pasaremos por las putrefactas calles de París, oleremos el puerto, la gente sucia, carne en descomposición… ya veis que no solo se tratará del olor de las flores. Por otra parte, a pesar de que el subtítulo de la novela es ‘Historia de un asesino', tampoco es un libro completamente centrado en los crímenes de Jean-Baptiste sino que se centra más en la manera que tiene de ver el mundo, a través del olfato, y de cómo se convierte en un resentido social, en un misógino asesino que desprecia a sus semejantes profundamente y en como su don se convierte en una maldición. En cuanto a lo que he escrito al principio, siento una relación amor-odio con la novela porque me fascina y me horroriza a partes iguales, pero reconozco que la historia atrapa, está escrita de manera impecable, con una intensidad abrumadora. Creo que este libro es un clásico que todo el mundo debería de leer al menos una vez en la vida. La manera de escribir del autor, la ambientación, el perfil psicológico del protagonista, la descripción a través de los sentidos… todo esto hace que sea un libro terrible e impresionante a partes iguales. Si habéis visto la película pero no habéis leído el libro, os invito a leerlo para que podáis meteros en la historia de lleno.

No sé ni por dónde empezar, no sé ni qué pensar de este libro. Todos conocemos la premisa: un asesino que hace perfumes a partir de sus víctimas.
Hasta ahí todo bien, el caso es cómo te cuenta la historia.
Si bien Grenouille es el protagonista de la obra, pasa la mitad de las páginas en segundo plano. Es algo que me parece curioso, te lo cuenta todo a través de otros personajes de los que Grenouille va pasando a formar parte de su vida.
No es hasta más de la mitad del libro cuando empieza a asesinar a jovencitas, lo cual es sorprendente ya que el libro se vende como 'la historia de un asesino' y el tiempo que se dedica a los asesinatos y todo lo que los rodea es más bien escaso.
El final desde luego que es toda una experiencia, el surrealismo de los efectos que provoca el perfume obtenido tras asesinar a su última víctima es, sin duda, insólito. Aunque lo es más todavía el desenlace de la vida de Grenouille.

Como persona susceptible a los olores, he de reconocer que en ocasiones empatizaba con las emociones de Grenouille con respecto a los aromas. Está bien escrito, es un personaje que incluso te llega a hacer pensar.

Desde luego, es toda una experiencia leer este libro. Me ha gustado aun sin parecerse siquiera a lo que me esperaba del transcurso y la trama de la historia.
Ya como último añadido recalcar los toques, a mi parecer, de comedia que tienen los libros de esta época (los cuales me hacen bastante gracia, pero esto es algo bastante personal ya que no es un libro de este género ni pretende serlo pero la forma de expresarse y narrar algunos acontecimientos me parecen incluso graciosos).