Sevilla, tres cadáveres que aparentemente nada tienen que ver entre sí aparecen en la ciudad. Solo la inspectora Camino Vargas y su equipo podrán establecer la causa de estos asesinatos. Susana Martín Gijón lo ha vuelto a hacer, nos ha ofrecido una novela que atrapa con unos personajes que también enganchan. Me declaro fan incondicional de la inspectora Vargas y de su equipo, especialmente Pascual Molina y Lupe Quintana. Como ya hizo en Progenie, la historia vuelve a girar en torno a un tema controvertido. La investigación avanza y al mismo tiempo lo hacen las vidas de sus protagonistas. Volvemos a toparnos con unas páginas ágiles y adictivas. Me encanta la sencillez con la que la autora narra lo que acontece y cómo plasma la cotidianidad del lugar y su gente. Además creo que Camino Vargas es un personaje potente que tiene mucho recorrido por delante. Espero con ganas una tercera aventura de esta inspectora y su grupo. |