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adoro la pluma con la que esta autora crea historias románticas Chico-Chico de una forma tan natural, tan divertida y tan tierna. Sus personajes siempre encajan a la perfección aunque sean muy distintos, en este caso un músico rockero chulesco y con el ego bastante subido al que le han dado la patada con un chico serio, meticuloso y responsable que no le pasa ni una. Juntos se complementan a las mil maravillas entre momentos de risas, de ternura y de superación de baches y traumas. En esta novela la música clásica juega un papel fundamental que me encanta uniendo a ambos personajes de forma increíble. Tiene el clichés que mejor funciona y súper bien llevado: el enemies to lovers. El ambiente familiar, amistoso y navideño que envuelve la pareja hace que la historia no quede plana y simple. Y el remate final con un epílogo 6 años después hace de la historia algo casi perfecto |
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