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Lo mejor de esta historia, sin duda, son los protagonistas. Cómo he mencionado antes, esta autora tiene la habilidad de crear chicos con personalidades con las que rápidamente conectas. Son ocurrentes, divertidos, con cierto toque tímido, pero también arrogantes. Son adorables, y te encariñas con ellos enseguida. Concretamente, en este libro, me ha fascinado la personalidad de Beckett. Es un chico al que le han hecho daño y sigue dolido por ello. Su forma de ser provoca cierto misterio, pero también es divertido. No es fácil para él esconder desde el primer momento lo que siente por Zane, y eso es digno de alabar, la verdad, pues el pobre tendrá que soportar las citas de su compañero de casa con las posibles candidatas a convertirse en su esposa. Respecto a Zane, solo puedo decir cosas bonitas de él. Es un chico divertido, ocurrente, y un poco canalla. Tiene inseguridades, pues en algunas ocasiones se siente un poco inferior, por eso se esconde tras esa personalidad graciosa, para esconder así sus miedos. le encanta dibujar cómics, pero no vuelca toda su pasión en esa habilidad que tiene; será Beckett quien se encargue de abrirle los ojos, y demostrarle que es capaz de todo lo que se proponga. Es un romántico empedernido, por ello que quiere encontrar el amor para toda la vida. Lo que ocurre es que el destinatario de ese amor, no es ni mucho menos quien él esperaba. Las chispas entre los protagonistas son como llamaradas, pues esa tensión que parece envolverlos, también consigue atraparte a ti, por eso he disfrutado muchísimo con sus escenas. El argumento, pese a no ser demasiado profundo, es adictivo; manteniéndote en vilo hasta el final con el corazón en un puño. Un final que me ha dejado con ganas de más, todo hay que decirlo. Me ha sabido a poco, pero es taaan emotivo… 😍 Es una historia que habla sobre las segundas, y las nuevas oportunidades que nos ofrece la vida. Sobre lanzarse, y agarrar al toro por los cuernos, (nunca mejor dicho) 😉 |
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