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Me encanta todo lo que voy leyendo de esta autora pero hasta el momento este es el libro que más me ha gustado de toda la serie que llevo leída. Aunque hay que leerlos todos y eso pienso hacer. Es una historia de amor a fuego lento, que te crea más y más ganas de ver como dos personajes tan opuestos pueden acabar estando juntos. El que todo vaya despacio hace que se disfruten más las escenas. En esta los protagonistas son Wesley Hidaka, el géminis, y Lloyd Alexander Reynolds, el capricornio. Son tan diferentes pero tan adorables, que la historia se hace muy loca y muy dulce. Lloyd tiene 24 años, es el supervisor de la residencia donde está Wesley, tiene novio y no se puede liar con residentes, pero solo queda medio año. Y ahí esta Wesley, ese chico que se queda estudiando mientras todos salen, trabaja en la cafetería y se encarga de que su hermano Caleb no se meta en problemas. Los abuelos de Caleb y Wesley eran japoneses, por eso en la portada se ve un chico con rasgos. La portada va muy acorde con las demás y me gusta que siga esa tónica. Aparte de Wesley, Lloyd y Caled podréis conocer a Suzy, MacDonald, Gavin, la tía Tabitha y, si ya habéis leído los libros anteriores, os encontraréis a Theo y Jamie, Leo y Aries. Quería hacer una mención especial a la cafetería Me Gusta Robusta, a la escena de la cena y a la fiesta sorpresa. Sobre todo la cena tan surrealista que me ha hecho reír tanto. No os podéis perder estos libros. Yo no era una lectora de romance gay y estoy muy enganchada a todos ellos. |
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