Qué maravilla de libro, todo lo que escribe esta autora es precioso, romántico y conmovedor. Esta es la historia de Sam, padre soltero de un adolescente de quince años, que está a punto de cumplir los treinta y tiene una crisis existencial. Luke es su vecino y mejor amigo, es gay y lleva enamorado de Sam desde hace años. La trama es muy bonita, la autora narra la dura vida que lleva Sam intentando sacar adelante a su hijo al que tuvo siendo un adolescente. Es un hombre que no ha tenido tiempo de vivir su juventud y siente que al cumplir los treinta no ha hecho nada que merezca la pena recordar. Luke siempre ha estado ahí para él y los une una profunda amistad que termina dando paso a algo más. Me ha encantado, de principio a fin, no puedo encontrar nada que no me haya gustado. Los protagonistas son fabulosos y transmiten tanto que el corazón se encoge ante el dolor que ambos sufren. Sus momentos juntos son muy románticos y el erotismo está presente cada vez que se tocan o se miran. La autora sabe transmitir a la perfección lo que sienten los personajes. Los secundarios son de lujo, perfectos para esta historia y que complementan la trama a la perfección. Me gusta que se desarrolle en Nueva Zelanda porque Este libro es de los que dejan el corazón calentito y lo he terminado con una sonrisa y un suspiro. Es el primero de la serie "Amor y Familia", y la recomiendo porque son historias bonitas que hacen sentir bien al lector. |