La historia de Lucy Barton podría ser la de cualquiera, pero Elizabeth Strout la escribe de una manera casi poética, pues tiene un estilo sutil y dulce que no deja indiferente al lector. La relación hija-madre de la protagonista no es la ideal en ningún caso, pero tampoco llega a ser del todo desagradable o extraña. Lo único que se oculta de verdad es la relación con su padre, la cual se va descubriendo poco a poco, y este misterio va resolviendo ciertas preguntas que van surgiendo a lo largo del libro. |