El atardecer había sido dorado, pero el día terminó entre nubes y tempestades.
|
El atardecer había sido dorado, pero el día terminó entre nubes y tempestades.
|
Navegando por las tempestades de la vida con tanta valentía y tenacidad, el majestuoso barco, con las velas y los pendones ondeando, había llegado por fin al puerto, para encontrar allí una tierra inhóspita y desierta.
|
Parece como si uno tuviera en la mano una piedra de cristal pequeña y suave, sin ninguna imperfección y sin ninguna brillantez, pero tan transparente que se puede ver su interior de una sola mirada.
|
Había nuevas pasiones y nuevos deseos, o, mejor dicho, viejas pasiones y viejos deseos.
|
¿Quién escribió «Agnes Grey»?