Trató de sonreírme y admiré su valor, pues se podía ver fácilmente que estaba deshecha por las emociones. Cualquiera con un poco de decencia se habría ido, dejándola con las buenas noticias que le había llevado. Pero los negocios son los negocios y no podía pasar por alto la oportunidad de que revelara algo de lo que sabía
|