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Desde el gran impacto que tuvo Crepúsculo hace algunos años, me di cuenta que los vampiros y los hombre lobo son una de las criaturas fantásticas que más me gustan (y después de muchos años lo siguen siendo), así que cuando me leí la sinopsis de este libro me encantó porque habla de hombres lobo. Me gustó mucho la manera en la que la autora maneja las transformaciones licantropas, ya que tiene una explicación bastante entendibles y hasta algo real, no es la típica transformación que ocurre con la luna, sino con el clima. Obviamente dentro de la trama debía de tocar el tema del romance, pero aquí me parece que se maneja de una manera un tanto cliché e instantáneo, pero creo que puedo entender el porqué. Lo que sí debo de señalar es que el romance entre los dos protagonistas es demasiado meloso, algo que en lo personal no me molesta ya que puedo llegar a sentirlo. Es un libro de fantasía, drama, romance y hasta cierto punto tiene un toque de suspenso y acción, que al final puede dejar con un sabor de boca nostálgico pero con ganas de seguir esta historia. Los personajes son simples y algo comunes y corrientes, pero a lo largo de la historia se puede percibir la evolución de cada uno, lo cual es bastante agradable. Cabe destacar que esta es la primera entrega de la trilogía “Los lobos de Mercy Falls”, la cual ya me he leído completa y a lo mejor hago una reseña de toda saga, pero aun lo sigo considerando. |
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