Temblor

Empecé la lectura un día de invierno. El cielo estaba gris, parecía que iba a nevar y el frío eran tan penetrante que se me metió por todo el cuerpo. Me pareció el momento perfecto para este libro.

La edición es preciosa. El libro está repleto de relieves, brillos y dibujos. Me encanta la tinta azul para los títulos y números de página, y me parece muy curioso que al principio del capítulo se indique la temperatura.

Como suele ocurrir en la mayoría de libros protagonizados por lobos, nos muestran unos animales elegantes, solitarios y misteriosos. Pero después de leer Colmillo Blanco sé que los lobos no son así precisamente, son animales salvajes, hambrientos y despiadados. Con lo cual no podía sentir la misma atracción y fascinación que la protagonista.

Al principio me gustaba este nuevo punto de vista de los licántropos porque la idea es buena. Sin embargo, el ritmo es muy lento, tarda mucho en ocurrir algo interesante. A la autora le gusta perderse en los pensamientos y recuerdos de los protagonistas, en esto me recordó bastante a la trilogía Delirium.

La trama romántica se impone sobre todo lo demás, dejando a un lado lo realmente interesante. Aunque los últimos capítulos consiguieron atraparme y dejarme con buen sabor de boca, en general me costó acabarlo. Ya sé que se trata del primer libro, y que normalmente sólo es una introducción, pero es un inicio demasiado soso donde no pasan cosas importantes. No me ha entusiasmado, más bien me ha dejado en una fría indiferencia. No sé si seguir con la trilogía, si encuentro el siguiente en la biblioteca puede que le de una oportunidad.

Saludos ;)