¡Pruuut! ¡Pruuuut! Louis conoció a Modestina antes de escribir La isla del Tesoro; yo la he conocido porque ambos me han permitido unirme a su viaje de doce días por los montes de Cevennes y me he encontrado pruuteando como Louis, empujando a la buena de la burra en las primeras cuestas, usando después la picana, curioseando por la noche por los alrededores gracias a la lámpara de alcohol y compartiendo el chocolate con Louis (vaaale, y robándole algo de pan negro a Modestina en un par de ocasiones)... Pero si algo he hecho durante buena parte del viaje ha sido reír (mucho) y disfrutar de ese Louis que tanto se deja ver a lo largo de esta travesía. ¡Louis, cuánto te quiero! |