En parte es una pena que esta historia sea tan archiconocida, porque el misterio principal se pierde y quizás es lo que sorprende del relato. Me hubiera gustado ir sin saber, pero eso, con tanta fama y tantas adaptaciones era imposible. Aún así, me ha gustado bastante, y me he llevado alguna pequeña sorpresa. La primera de las sorpresitas es que siempre di por hecho que la historia no solo se centraría en Jekyll y Hyde, si no que la veríamos desde el punto de vista de ellos, pero me equivocaba de todas todas. La historia va a ser narrada por un amigo de Jekyll, el abogado mr. Utterson. Este señor irá descubriendo con el paso de los días, que algo raro pasa en relación a su buen amigo Jekyll, y ese extraño y perverso personajillo llamado Hyde. El relato tiene tensión, tiene escenas escalofriantes, que lo podrían haber sido más, si fueras a ciegas a esta novela. Igualmente, se le concede el mérito. Y también lo tiene otra cosa que no me esperaba, y es que esas transformaciones son, inicialmente buscadas y deseadas, siempre pensé que era algo que ocurría sin nignún tipo de control. Curioso que esto de pie al juicio moralista de la época sobre el vicio y como luchar contra él. Varios debates interesantes se abren. ¿Parte mala? Su brevevedad y también, nuevamente, ir sabiendo el final. El resto genial. Un clásico de la novela gótica que hay que leer, indudablemente. |