Leer a Danielle Steel es un seguro de lectura. Es una autora tierna, sensible, humana, no en vano es mamá de nueve hijos en la vida real. Podríamos aseguar sin temor a equivocación alguna, que casi todo lo que ha escrito tiene algo de su propia realidad. Por lo general, y esta no es una excepción, sus obras se desarrollan en ámbitos de buen nivel económico, hay un romance y aunque se generan complicaciones y momentos de tensión, todo se va recomponiendo y el final es feliz. La historia de la protagonista es triste, aunque largos años de reclusión absoluta, han cicatrizado heridas y lo más importante, no han borrado sus mejores sentimientos humanitarios, y su convicción de perdonar a quienes la hicieron sufrir y se aprovecharon de ella económicamente. Pero tal vez por su desprendimiento y los consejos de que vuelva a apostar por su trabajo, su familia, sus amigos y un nuevo amor, garantizan un futuro venturoso y claro. |