¿Qué se puede decir está historia tan preciosa que no se haya dicho ya? A mí personalmente me ha encantado leer el libro, ha sido totalmente imposible desvincularlo de los dibujos animados de cuando era niña y curiosamente no fue hasta el final que me di cuenta de que faltaba Niebla, el gran perro bonachón. En resumen, le he disfrutado como una enana. |