Juegos de azar

LaVyrle Spencer escribe bellamente historias que se desarrollan sin prisa ninguna. Sus personajes están siempre bien construídos y la relación entre ambos es algo que surge lentamente. Sin embargo, en este caso he notado una gran desigualdad en la pareja.

Desde el primer momento, a causa de su cojera, Agatha se siente de menos, se siente deficiente y siempre lo tiene presente. Aun cuando se enamora de Scott y este le corresponde siempre siente que tiene que dar más para compensarle por no estar sana. de hecho, cuelga de sus palabras y acciones hasta llegar incluso a la idolatría algo que no me parece del todo deseable en una relación. Aún así, los personajes están tan increíblemente construídos que es algo muy de Agatha.

Lo que sí está mal llevado es el toque paranormal por el que la autora se decanta al final. No venía a cuento, ni aporta nada y además los personajes no se comportan de manera creíble al respecto. Inserta ese elemento pero luego no sabe qué hacer con él y se nota.