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Adrienne, a sus sesenta años, hace balance de su vida y narra a su hija los hechos que han marcado su existencia. Recuerda la historia de amor que vivió 15 años atrás, cuando su marido la abandonó por otra mujer más joven y ella decidió hacerse cargo de un pequeño hostal en la costa, en un pueblo llamado Rodanthe. Tras una vida dedicada a su esposo e hijos, Adrienne tuvo que aprender frente al mar a manejar sola las riendas de su destino, a reinventarse. Y allí, además, tuvo que hacerse cargo de un solo inquilino, Paul, un prestigioso cirujano al que una vida deshecha por la ambición empujó a hospedarse en ese hostal para tratar de saldar sus cuentas con el pasado. Mientras una terrible tormenta se cernía sobre la población Adrienne y Paul compartieron un fin de semana en el que redescubrieron sus vidas; no sólo aquello que eran, sino lo que podían llegar a ser. Pero el peso de la responsabilidad adquirida con sus mundos les hizo preguntarse cuál era el camino correcto, qué era lo que debían hacer, si elegir entre sus sentimientos o sus deberes. Es el primer libro que leo de Nicholas Sparks y no me ha decepcionado, me ha encantado la forma de escribir de este autor. Este libro trata del amor de Adrienne y Paul, que pasan unos días inolvidables en un hostal de Rodanthe. En esos días los dos aprenden a entenderse mutuamente y hacen sentir al otro muy especial. Pero después de esos sus caminos se tienen que separar; Adrienne a ocuparse de sus hijos y Paul en busca de la felicidad y de su hijo. Es un libro muy entretenido, romántico y con un final que no te deja indiferente.Es una historia de amor madura, entre dos personas que necesitan el cariño del otro ser amado, de maneras distintas, pero que logran entenderse en muy poco tiempo, se salvan el uno al otro. Es una novela muy tierna, que merece la pena leer, ya que es un libro muy cortito y se lee en un suspiro. |
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