Hay un hoy que es ayer y uno hoy que es siempre; un hoy eterno, clavado en el corazón de la memoria como un dogma de fe. Un hoy pretérito que emerge en el recuerdo: un olor, un paladeo, Una imagen, un deseo, una pena, una alegría, un miedo, un ruido, una voz, una añoranza, Ayer y hoy son siempre lugares del camino. Tormentas invisibles. Remansos en el tiempo.