Estudio en negro

Portsmouth, 1882, Anne McCarey es enfermera y llega a la residencia Clarendon House para hacerse cargo de un residente un tanto peculiar, el señor X. Un paciente con un montón de rarezas un poco impertinente, a ratos insolente o falto de tacto en el trato con los demás, pero a quien acabara admirando y cogiendo afecto.

El argumento principal es una serie de crímenes, que el autor describe con todo lujo de detalles, comienzan a asolar ésta tranquila ciudad portuaria. El señor X utlizando sus métodos deductivos comenzará una investigación para tratar de desenmascarar al culpable.

La novela está estructurada en piezas o actos como si fuera una representación teatral. al inicio de cada una, una representación cuyos protagonistas son niños mendigos.

Esta novela, como ya insinúa su título, es un homenaje a las novelas de Arthur Conan Doyle y sus personajes Sherlock Holmes, cuyas características encontramos en el señor X (mente deductiva, uso de niños de la calle como informantes, tocar el violín…) y Watson que en este caso es Anne.
La narración es por tanto en primera persona, desde su punto de vista y es ella quien va dando forma al relato y a los misterios que van surgiendo a lo largo de toda la trama.

Los personajes, están muy bien definidos, tienen esa parte humana que les hace cometer errores, sentir emociones… Como lector los percibes de carne y hueso lo que te permite adentrarte en cómo piensan y sienten, que empatices con ellos.

Los personajes principales son tres. El señor X es un personaje muy peculiar. No tiene nombre debido a la familia a que pertenece, tiene un carácter y un físico extraño y además posee unas capacidades deductivas que hacen que conozca hasta los detalles más íntimos de la persona que tiene delante sólo con mirarla.  Todo esto si salir de su habitación siempre en penumbra.
Anne, es una mujer de mediana edad, no muy agraciada pero inteligente, que no ha tenido una vida fácil. Maltratada y con un serio problema de autoestima, se encuentra atrapada en los convencionalismos propios de la época.  Con sus reflexiones y forma de narrar los acontecimientos dota a lo trama de sensibilidad y emotividad.
Y un joven doctor, Arthur Conan Doyle, aspirante a escritor en sus ratos libres, que conforme vaya conociendo al Sr. X más vera en él y en su mente analítica un reflejo del personaje que ha creado para su novela: Sherlock Holmes.

La ambientación es la típica de la Inglaterra victoria de finales del siglo XIX llena de puritanismo e hipocresía. El autor nos describe tanto la vida ordinaria como la parte más distópica: los teatros clandestinos, los hombres-dulce, el teatro mental…todos ellos espectáculos encaminados a destruir la dignidad de la persona sin perdonar ni a los más inocentes: los niños y cuyo resultado puede llegar a ser mortal. Todo depende de lo que estén dispuestos a pagar los espectadores, casi siempre gente distinguida.

En mi opinión es un libro para los aficionados a las clásicas novelas de Sherlock Holmes y/o si sois fans de la ambientación victoriana y la intriga siniestra con un leve toque “sobrenatural”. Una novela que pese a ser la primera de una trilogía deja la trama perfectamente resuelta eso si con algunos giros sorprendentes en la parte final cuando ya crees que todo está resuelto.