Cuaderno de campo

Todo en este libro resulta caótico. Desde su organización hasta los propios poemas que lo componen son difíciles de comprender.

Empecemos por la organización de este poemario. Aunque al final del mismo disponemos de un índice en el que se reflejan las partes en las que se divide y el título de cada poema, es difícil entender el por qué de cada parte. Además, algunos de los poemas no tienen título y por tanto están numerados.

En cuanto a los propios poemas, cada uno resulta diferente al anterior. La autora a veces escribe todo el poema seguido y esto dificulta su lectura en algunos momentos. En otras ocasiones, no usa puntos, comas ni mayúsculas. En otras, hay palabras completas en mayúsculas.

Todo esto, en mi opinión, suma originalidad pero resta comprensión. Por un lado, el poemario me ha gustado porque me ha parecido muy diferente a otros, pero por otro, me ha costado horrores leerlo e incluso he de confesar que algunas partes no las he terminado de entender.

En cuanto a la temática, el libro nos habla de tradición, familia, costumbres… siempre de la mano de los animales que han rodeado y rodean a la autora. Para ella resulta muy recurrente escribir sobre su abuelo y sobre todo acerca de lo que parece su pasión: su trabajo como veterinaria.

El estilo de María Sánchez es desgarrador, violento. Esto unido a las dificultades que he comentado antes ha hecho que para mí fuera una lectura desagradable pero atrayente. Es uno de esos libros que no estás disfrutando pero que tampoco puedes dejar a un lado sin terminar.

¿Lo recomendaría? Desde luego no a todo el mundo, porque no creo que esta lectura sea para todos. Pero desde luego me parece una buena experiencia lectora.