Últimos días en Berlín

“Últimos días en Berlín” ocupa varios años de la vida de Yuri Santacruz y su familia y allegados. La novela comienza cuando Yuri era un niño que vivía en Rusia, hijo de una rusa y un español. Determinadas circunstancias hicieron que tuvieran que huir del país pero sólo consiguieron montarse en el tren que les llevaría a España el propio Yuri, su padre, su hermana y su hermano pequeño, a la sazón un bebé. La madre y otro de los hermanos de Yuri, su querido Kolia, quedaron en Rusia. Desde entonces el mayor deseo de Yuri es volver a verles. Quizás por eso es por lo que, en su trabajo como diplomático, decide pedir destino en la embajada de España en Berlín; allí está más cerca de Rusia y cree más probable que le puedan dar un salvoconducto para entrar en el país que le vio nacer.

Pero no son buenos tiempos para Alemania. Un nuevo partido, el nacionalsocialista, está cogiendo cada vez más fuerza con Hitler a la cabeza. Iremos viendo los cambios del país, el tremendo lavado de coco al que se sometió a la población alemana, cómo Hitler fue haciéndose cada vez más sitio hasta que se puso al frente de Alemania e incluso ésta se le quedó pequeña. Lo demás, es Historia: la segunda gran guerra en la que Alemania y Rusia, los dos países en los que Yuri tiene interés, estuvieron muy implicados.

“Últimos días en Berlín” es una novela que bebe de muchos géneros. Es una novela de ficción histórica, por supuesto. Basada en hechos reales, nos habla de un par de décadas de la historia de Europa. Lo digo siempre: me encanta el período de la Segunda Guerra Mundial. Pero, además, me gusta mucho que me hablen de lo que pasó antes y después. Antes porque, por mucho que lo intento, no consigo entender cómo se pudo llegar al despropósito en el que se convirtió Europa en aquellos años. O, mejor dicho, entender lo entiendo, claro que sí (otra cosa es que no me entre en la cabeza): por si fuera poco, Paloma lo explica perfectamente. Logra transmitir a la perfección ese clima enrarecido que se vivía en Alemania durante los años en los que el partido nazi fue creciendo y haciéndose con el poder. Cómo afectó a la población alemana: cómo muchos creyeron en sus proclamas y veían a Hitler casi como un dios; cómo otros muchos veían claro lo que estaba pasando pero no podían o no se atrevían a hacer nada para impedirlo. La verdad es que esta parte pre-guerra me ha parecido super interesante y, en cierto modo, fascinante: toda una obra de ingeniería de lavado de cerebro de un pueblo. Pero también la parte de la guerra es buenísima. Yuri y sus allegados la van a vivir de cerca y nosotros como lectores tendremos todas las perspectivas: la de la población civil contraria a Hitler, la de la población civil favorable a Hitler, la de los nazis…, todo.

La novela no es sólo Historia. En ella también hay mucho de amor. de hecho, hay dos historias de amor a cada cual más bonita (lo que no quita para que yo prefiera claramente una de ellas). También hay historias familiares con secretos por descubrir, algo de intriga, traiciones, aventuras… Es una novela muy muy completa que no da tregua: siempre están pasando cosas lo que hace que resulte muy entretenida. Son más de seiscientas páginas y no me hubiera importado que hubiese llegado a las mil. de hecho, me dio mucha pena que acabara.

La trama es buenísima pero los personajes no lo son menos. Yuri, Claudia y Krista son los protagonistas de la historia pero junto a ellos hay un buen número de secundarios tan perfectamente dibujados como los protagonistas. Las dos mujeres son fascinantes; una de ellas está convencida de las bondades del nazismo, la otra no. Pero ambas y Yuri así como algunos de los personajes secundarios van a tener que convivir pues son vecinos en un mismo bloque de apartamentos. Las relaciones que se forjan entre todos ellos nos van a tener en vilo.

La mayoría de los personajes son ficticios pero los hechos y algunos de los personajes con los que se relacionan son reales, llegando a pasar por el libro –aunque en un papel secundario – incluso Hitler o Goebbels. La interacción entre reales y ficticios es perfecta.

¿Qué voy a decir del estilo de Paloma Sánchez Garnica? A mí me encanta cómo escribe y las historias que teje por lo que no puedo decir sino maravillas de su prosa. Elegante, cuidada, detallista, conmovedora, que implica, que enamora… Y, al mismo tiempo, entretenida, fácil de leer, amena. Es un libro para disfrutar en todos los sentidos.

Conclusión final

Me ha encantado. No le puedo poner ni un solo “pero”. Lo que sí le puedo poner es cinco estrellitas y meterla directamente en la lista de mejores lecturas del año.


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