Para ser la primera novela de la autora no está nada mal. Bien escrita y con un argumento potente, quizá le sobran algunas páginas y la lectura en algunos tramos se hace lenta pero en su conjunto está bien. La protagonista, Laura, se embarca en una aventura junto a su amigo Carlos, en busca de su mentor, el catedrático Armando Dorado, que ha desaparecido en extrañas circunstancias. Ha dejado a sus dos ayudantes unas enigmáticas pistas en su despacho que los dos se disponen a seguir para encontrar al profesor. Las aventuras se suceden, surgen otros personajes que les ayudarán a buscar al profesor y unos bifolios perdidos que pueden contener un secreto que puede remover los cimientos de la Iglesia Católica. Laura, junto a los que la acompañan en el camino, deberá investigar asesinatos, encontrará el amor y descubrirá aspectos de su pasado que desconocía por completo y que perturbarán la tranquila vida que ha llevado hasta el momento. Deberán viajar a diferentes países siguiendo el rastro de los bifolios que hace muchos años alguien desgajó de un códice muy antiguo que obraba en poder del profesor. Arriesgarán su vida para conseguirlo y algunos se quedarán por el camino. En suma, un libro de aventuras en busca de un secreto muy bien guardado que muchos no quieren que salga a la luz. |