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"Durante las semanas siguientes, grabamos y mezclamos mi primer álbum, Horses. Jimi Hendrix nunca regresó para crear un nuevo lenguaje musical, pero dejó tras él un estudio que representaba todas sus esperanzas para el futuro de nuestra voz cultural. Desde el momento en que entré en la cabina de voz tenía estas cosas en mi mente : mi gratitud al rock and roll por haberme ayudado a pasar una adolescencia difícil. La alegría que experimentaba cuando bailaba. La fuerza moral que adquirí al responsabilizarme de mis actos.Todo esto quedó plasmado en Horses, y también nuestro reconocimiento a quienes prepararon el terreno antes que nosotros".Patti y Robert son dos inadaptados con alma de artista que viven intensamente el Nueva York de finales de los sesenta y principios de los setenta. Primero novios, siempre amigos y finalmente estrellas universales. A Patti Smith parece no conocerla nadie pero todos hemos tarareado alguna vez aquello de because the night belongs to lovers y de Robert Mapplethorpe quien más quien menos ha visto alguna de aquellas fotografías que escandalizaron a las mentes bienpensantes de los años ochenta, fanses de Reagan y del cardado de Nancy. Patti rememora su infancia, el primer hijo dado en adopción, su flechazo con Mapplethorpe, la vida en común...sus reflexiones sobre el proceso creativo, la evolución de ambos como artistas, son para mí lo mejor de la obra. La enumeración de todos los modelitos que se ponían para salir, pues lo mismo me han gustado un poco menos. Y como Warhol me cae igual de bien que una patada en el estómago, cualquier referencia a su persona y lo locos que iban todos por conocerle, me sobra.Smith escribe de fábula, como en sus canciones. Todo el libro es una carta de amor a Robert, a su arte, a su persona y al tiempo que compartieron. "No siento ninguna necesidad de justificarme por ser una de las pocas supervivientes. Habría preferido verlos triunfar a todos, que alcanzaran el éxito. al final, fui yo quien tenía uno de los caballos ganadores".
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