«Ahora que casi he desaparecido, estoy más presente aquí de lo que estuve antes» El primer relato me encanta, el suicidio, o quizá se cayó por el montaplatos del hotel, pero yo veo algo de intención por lo que luego narra, y el carácter deprimente de las historias. Suicidio o no, en ningún momento maldice su situación de fantasma, hay una ausencia de emociones y sentimientos, ser más presente que de lo que era antes, nos dice, pero no leo más allá sus intenciones de quedarse como mera observadora o fantasma. La duda de la huella que dejó, de la gente que la recordará y los verdaderos motivos que la llevaron a desaparecer, porque queda borroso cuando la realidad de no hay vuelta atrás es una sentencia. Desaparecer, ese es el verbo que más resuena a lo largo de la lectura, la invisibilidad de los personajes que se va acentuando hasta no quedar nada de ellos, desaparecer. Y aunque las historias de Ali Smith me pueden gusta más o menos, el problema con ellas es que no siento, no reflexiono porque siempre tengo la sensación de que no alcanzo el mensaje, o me complico yo la lectura. |