El Sr. Penumbra y su librería 24 horas abierta

Al principio tenía claro que sólo trabajaría en una empresa en la que pudiera creer. Luego pensé que si aprendía algo ya era bastante. Después decidí que no fuera una porquería y punto. Ahora me encontraba puntualizando mi definición de porquería.

... -¿No será que tienes un... Kindle?
Vaya. Me siento como si el director me preguntara si llevo hierba en la mochila, solo que de una forma amistosa, como si quisiera compartirla.

—[...] Básicamente es una tienda con veinticuatro horas de sombra.
—Sí. Sombras y olor a libro. Tenemos de todo.

¿Por qué el típico grupo aventurero consiste en un mego, un guerrero y un pícaro? De hecho tendría que ser un mago, un guerrero y un ricachón. De lo contrario, ¿quien pagará todas las espadas, hechizos y habitaciones de hotel?

Bueno, la verdad es que los libros me gustan porque son mis mejores amigos.

Es lo que hacen los espías, ¿no? Entran cada mañana en la panadería y compran una barra perfectamente normal, hasta que un día se llevan una de uranio.

Al principio leía más. Buscaba libros nuevos. Pero ahora me he aposentado en mis preferidos, por lo visto.

He aquí un consejo: conviene hacerse amigo de un millonario cuando aún va a sexto y es un marginado.