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La novela ya tiene un comienzo impactante. Te deja en shock por completo. No entiendes muy bien qué está sucediendo, pero esa primera toma de contacto hace que ya no puedas parar hasta descubrir qué narices está pasando y, por supuesto, las razones que llevan a que ocurran los hechos. Agneta y Stellan son un matrimonio septuagenario que vive tranquila y cómodamente en su mansión. Antes de jubilarse, Stellan trabajaba como presentador de televisión. Todo el mundo lo adoraba y la gente le sigue teniendo un cariño especial. Ahora, el matrimonio, solo se dedica a disfrutar con sus hijas y nietos. Tras pasar unos días con estos, porque sus hijas se habían ido de vacaciones con sus respectivas parejas, y recuperar de nuevo la armonía en el hogar, reciben una llamada al teléfono fijo. Esta es atendida por Agneta y en ella solo le dicen una palabra antes de colgar: "GEIGER". Seguidamente, Agneta coge una pistola que tenía escondida y le mete un tiro en la nunca a su marido y se da a la fuga😱😱. ¿Por qué? 🤷♀️🤷♀️ En este momento conoceremos a Sara Nowak, agente de policía de la Unidad de Prostitución, pero que participará en la investigación de este caso porque conoce perfectamente a la familia desde niña, o por lo menos eso cree ella. Estamos ante un thriller de espionaje relacionado con la Guerra Fría, donde nadie es quien dice ser. Todos ocultan algo. La trama logra cautivarte desde la primera página y, según van pasando los capítulos, el ritmo no baja, la tensión se mantiene constantemente y todo lo que poco a poco se irá desvelando será más escabroso que lo anterior, dejando al lector con la boca abierta. ¿Queréis misterio y acción? Aquí tenéis una buena dosis |
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