Aaron es un chico que sufrió muchísimo, pero no es hasta mitad de la novela que nos enteramos realmente por qué, aunque desde las primeras páginas le acompañamos en ese dolor. Esta lectura me gustó y me dolió muchísimo. Los personajes van evolucionando a lo largo de la trama y podemos conocerlos en profundidad. La trama me encantó y me encantó también la manera del autor para hablar de cosas como el sexo, el alcohol y las drogas en la adolescencia (aunque no en profundidad), la homosexualidad y todas las dudas que surgen ante esto, y la amistad y la familia. Una novela muy hermosa y recomendada.
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