Segundo caso de Olivia Marassa y Agustín Castro y al igual que el primero es imposible soltarlo hasta el final. La historia empieza muy fuerte, tal y como todas estas novelas últimamente, mucha adrenalina y casquería, después es dura, con un tema muy fuerte, de las que te hacen pensar y eso me gusta porque aporta algo más, sube un peldaño. Como en el primero, que parte de la investigación la lleve una periodista y no un policía le da una perspectiva más entretenida, ya que puede y suele, saltarse las normas. El ritmo no decae en ningún momento, cada capítulo tiene una sorpresa con unos personajes muy cercanos y aunque la historia se vuelve enrevesada por momentos, cada vez hay más complicaciones, la autora consigue cerrarla sin ninguna laguna, todo queda perfectamente explicado y justificado. Creo que es mejor haber leído primero "Animal" para entender y poder seguir la historia de los protagonistas. Esperando con ganas la tercera. |