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Este libro está protagonizado por tres personajes, Connor, Risa y Lev, y todos ellos se verán obligados a compartir un viaje a la fuerza para sobrevivir. Nos encontramos en Estados Unidos tras la llamada Guerra Interna, la cual tuvo importantes consecuencias en la sociedad, especialmente en lo que se refiere a la concepción de la vida. Debido a la existencia del Tratado Vital, todo embarazo deberá ser respetado hasta que nazca el bebé. Sin embargo, esto no es tan honesto como parece, de hecho, la sociedad en la que viven estos tres chicos es bastante hipócrita. Si bien es cierto que el embarazo es sagrado, no ocurre lo mismo a partir de los trece años y hasta los dieciocho, que es cuando llega el juicio final para estos jóvenes bajo el nombre de desconexión. ¿Qué pasa cuando te conviertes en un estorbo? ¿Si eres problemático o simplemente no pueden hacerse cargo de ti? Te desconectan. Esto es, ni más ni menos, la desmembración de su cuerpo para provecho del resto de ciudadanos que lo necesiten. Esta práctica se fundamenta en la absurda creencia de que la persona en cuestión no muere, sino que queda en estado diviso y perdura en el nuevo receptor de su miembro/órgano. Estos tres chicos van a ser desconectados por diferentes motivos, entre ellos la rebeldía de Connor, la inutilidad de Risa desde el punto de vista de su escuela o la profunda fe de la familia de Lev, ya que desde pequeño sabe que será desconectado como sacrificio a Dios. Por suerte (o por desgracia), tendrá lugar un accidente y sus caminos se cruzarán, pero esto no quiere decir que hayan escapado de las garras de la desconexión. En mi opinión, los personajes principales son muy complejos, extremadamente realistas. Logran que entiendas su forma de ver el mundo, de pensar incluso, y por eso muchas veces sabía a la perfección por qué actuaban de una forma u otra en determinadas situaciones. Todos los que aparecen en el libro tienen muchos matices, se equivocan y, ni mucho menos, son angelitos. Algunos de los que me parecen más interesantes son Lev, con una mente tan calculadora para su edad que asusta, y CiFi. Creedme cuando os digo que en más de una ocasión me resultó inquietantemente cruel el libro en su conjunto. Está narrado en tercera persona. El narrador es omnisciente y nos describe los eventos de tal forma que, a mí personalmente, me produjo la sensación de frialdad, como si viera una película de guerra a través de una cámara y pudiera leer los pensamientos de los personajes (ya que siempre sabemos lo que éstos sienten, a pesar del tono del narrador). El estilo es muy cuidado, técnico a veces cuando se refiere al ámbito médico por ejemplo, y consigue atrapar al lector de una forma increíble. Terminas el capítulo y necesitas más. Finalmente, creo que otra cosa que debo mencionar son los temas que aborda, la crítica social que se esconde tras esta distopía aparentemente inocente y ordinaria. Este es un libro que te incita a reflexionar, que te hace contemplar la realidad desde el fondo del acantilado para que nos pongamos en la peor de las situaciones. «Impactante y sobrecogedora, una distopía que se abre camino en el panorama juvenil para decir muchas cosas. ¿Lo peor? La verdad que se esconde en este libro, la crueldad de esa sociedad que para ojos de algunos no es tan futurista. Desconexión es una magnífica novela, dura y adictiva que promete arrollar con su historia». Enlace: https://mioasisdepalabra.blo.. |
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