Una distopía donde cualquier menor de dieciocho años puede ser desconectado y cada parte de sí mismo será destinado a otra persona. Ya no se trata de reparar lo “roto” sino de cambiarlo por otro. ¿Sería esto válido? ¿Unas vidas valen más que otras? Una lectura que nos motiva a pensar y meditar sobre cuál sería nuestra postura en esta sociedad. Yo lo descubrí después de iniciarlo, pero se trata de una trilogía, por si os queréis animar con ella. A mí me ha resultado entretenido y creo que me sumergiré en la saga completa.
|