CRIBAS

Las antologías de relatos son un arma de doble filo. Incluso aquellas de relatos ambientados en un mundo cuya saga principal te ha fascinado. Y es que es inevitable que unos relatos gusten más que otros.

Creo que es importante empezar dejando una cosa clara: los relatos de Cribas transcurren en paralelo a los acontecimientos de la trilogía principal -una trilogía que aprovecho para volver a recomendar-. Es por ello por lo que hay que leerlos DESPUÉS de haber leído los tres libros principales, de lo contrario, corres el riesgo de no enterarte de la mitad de las cosas -pues el contexto distópico del mundo se da por sabido- y de comerte tremendos spoilers (¡y de los importantes!) de la historia principal.

Dicho esto:

- Aún siendo, la mayoría de los relatos, colaboraciones con diferentes autores, no he notado diferencias significativas en el estilo entre un relato y otro. Se nota que hay armonía entre ellos, lo que da una sensación de conexión que es muy de agradecer.

- Quiero destacar, por encima del resto, los siguientes relatos: Un minuto marciano, La sombra de Anastasia y La persistencia de la memoria.

- A pesar de que unos relatos me hayan gustado algo más que otros, no hay ninguno que no me haya gustado. Creo que todos, a su manera, aportan un extra de profundidad a la obra principal. Nos permiten saber más del mundo, expandir territorio y reencontrarnos con varios personajes, algunos más queridos que otros.

Grosso modo, me ha parecido una obra pensada para los lectores que echen de menos el mundo de El arco de la guadaña. Es una bonita manera de seguir disfrutando de él y tener una excusa para volver a cribar vidas en compañía de los segadores.