Sin lugar a dudas, leer a Shimazaki es sinónimo de calidad literaria garantizada. Su estilo de escritura sencillo, directo y sin complicaciones convierte cada una de sus novelas en una lectura esencial. La infancia es una etapa crucial en la vida de cualquier persona, y el protagonista de esta magnífica obra lo sabe muy bien. Goro, un personaje egocéntrico con actitudes machistas y mujeriego, refleja las heridas y cicatrices de una infancia dolorosa, viviendo una vida de apariencias. Aquí radica el punto central de esta historia: identificar los eventos que nos han afectado y que no hemos logrado asimilar en nuestra mente, los cuales condicionan nuestra vida adulta, determinando nuestras respuestas, nuestras relaciones y nuestra forma de sentir. Una lectura maravillosa que se devora rápidamente. Quedé encantada con su narración y sin duda alguna, puedo afirmar que Aki Shimazaki es una excelente escritora. Si aún no has tenido la oportunidad de leer sus obras, te recomiendo encarecidamente que lo hagas. |