Generación Z

—¿Entonces es el asiático con cara de mala leche? Nunca hubiera pensado que fuera tu tipo.
—¿Y qué sabrás tú sobre mis tipos? —repliqué obligándome a no alzar la voz.
Un rubor comenzó a extenderse por mi piel ante la mención de Alex y no tuve forma de ocultárselo a Cole.
—Ahhhh, así que es el chico asiático. ¡Pues vaya! Bueno, estoy seguro de que los dos seréis muy felices juntos y que tendréis muchos bebés machacazombis.

(…) Aún sigo siendo tan capaz como él de matar a esos capullos y tengo mucho menos que perder. Pero para él soy una inútil.
Respiro hondo y me fuerzo a recordar que siempre que podía, evitaba luchar y matar porque no lograba alejar de mi mente la idea de que los infectados habían sido personas y necesitaban un poco de compasión. (…)