 |
Una historia romántica con crecimiento personal, encontrar tu lugar y superar el pasado. Es independiente, entre comillas, de la voz de Archer, son personajes diferentes, pero se saben cosas del anterior, os recomiendo leerlos en orden. Travis es el jefe de policía de este pueblo de Maine, como su padre. Es el chico de la sonrisa canalla, que su trabajo es lo más importante que tiene y lo único. El pueblo se enteró de lo que pasó hace un tiempo y en el sigue pesando eso y sobre todo como trato a cierta persona, siempre se dejó llevar por su madre y sus ambiciones. Travis nunca ha pensado en sentar la cabeza, pero puede que llegue el momento o eso pensaba hasta que encuentra a la chica con la que está con otro en la cama. Haven y su hermano están en este pueblo temporalmente o eso piensan ellos, no han tenido un pasado fácil y lo que más desean y anhelan creen que no está al alcance de sus manos. Haven es una chica risueña que siempre intenta ver el lado bueno de las cosas, salvadora de las plantas y solo tiene un anhelo que no cree merecer. El romance es lento, a fuego lento y ninguno de los dos lo busca ni lo quiere, pero en el corazón no se puede mandar. Entre ellos hay tiranteces, bromas, sonrisas, caricias inesperadas y miradas que hablan por sí solas. Pero son dos personas con pasados que les pesan mucho y se creen que no merecen ser felices. Cierto es que Travis en el anterior libro no me callo muy bien, pero en este, aunque en algunos momentos me ha costado conectar con él, sí que he podido entender lo importante que es el pasado para él y como le pesa. También es un hombre con honor y cuando pasa algo no duda en exponerse para redimirse. Y ha sido un placer volver a encontrarme con Archer y Bree, pero sobre todo la familia que son junto con Travis. Familia, amor propio, superar el pasado y mirar al futuro es lo que ellos necesitan. |
>
