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No soy de leer clásicos... no consigo que me atrapen. Muy pocos han conseguido sorprenderme y hacer que los disfrute, en general me aburren y me parece que se van por las ramas… Pero, como aficionada a la ciencia ficción y la fantasía, no podía dejar pasar la oportunidad de leer este clásico. Y, gracias a Babelio y a Libros del Zorro Rojo he podido hacerlo (por cierto, esta edición es una maravilla!) Para empezar me ha sorprendido, y mucho, lo diferente que es de todas las adaptaciones que he visto de esta obra. Sé que las adaptaciones no se caracterizan por su fidelidad al original normalmente, pero es que en este caso no hay ninguna que se haya acercado al argumento original. Me ha impresionado que el monstruo, realmente es un monstruo. Las adaptaciones lo suavizan demasiado porque, a pesar de todo su empeño en exigir compensaciones por su creación, él simplemente es un ser egoísta que culpa a los demás de sus desgracias. Y ninguna adaptación me había mostrado esto. Lo que demuestra que siempre hay que ir a la fuente original. Víctor Frankenstein es un personaje que resulta bastante lamentable, primero se erige en creador y luego huye cual niño de sus errores y culpa a la criatura. Su moralismo se queda opacado por sus acciones que no se corresponden con lo que “predica”. El resto de personajes me resultaron bastante invisibles, más como rellenos de la historia que como verdaderos personajes. Exceptuando al narrador quien se parece bastante a Frankenstein en personalidad narcisista pero cuya experiencia con él le va a abrir los ojos. La necesidad de dar significado a tu vida a través del reconocimiento general y la búsqueda de la admiración ajena me han parecido temas de lo más actuales. Con personas capaces de cualquier cosa por “figurar” y ser admiradas pero rehuyendo la responsabilidad cuando los acontecimientos se tuercen. El culpar a los demás de nuestras desgracias también es algo muy actual, la culpa siempre es de los demás, no del mal uso que hemos hecho de lo que nos rodea. Por eso, para mí, el monstruo es un monstruo que exige demasiado y solo ofrece violencia sin discriminación entre inocentes o culpables. Todo esto no quiere decir que no hay disfrutado de la lectura, todo lo contrario. Cuando un libro te provoca reacciones siempre significa que ha conseguido su propósito. Y este libro las provoca y mucho. Es una obra que todo el mundo debería leer porque estoy segura de que las interpretaciones pueden ser muy distintas para cada persona. |
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