(...) Y seguramente también se te den bien los bebés y los gatitos —terminó con sarcasmo, esbozando un mohín que hizo renacer las esperanzas de Hunter—. Pero también eres implacable y demasiado receptivo. Cada minuto pareces descubrir un nuevo método para someterme. Y yo odio la palabra «sumisa». Para mí significa que soy un poco tonta y que me he vuelto loca...
|