Las mujeres en el castillo

Lo primero decir que este libro es muy distinto a lo que suelo leer, pero aún así la historia me ha atrapado por completo y no me ha costado nada de leerlo.

Hemos visto muchas historias sobre la segunda Guerra mundial, pero casi siempre sus protagonistas son los hombres, los soldados que luchaban en la batalla o que la dirigían. En este libro conoceremos la historia del pueblo que sufre sus horrores, en concreto de tres mujeres supervivientes de la guerra: Marianne, Benita y Ania y sus respectivos hijos.

La historia comienza durante La noche de los cristales rotos, el 9 de noviembre de 1938, en pleno apogeo del dominio nazi en Alemania. En una fiesta, un grupo de hombres se reúne con la intención de matar a Hitler y acabar con el reinado que está comenzando a imponer en Europa. Marianne von Lingenfels es la mujer de uno de ellos, y se alzará como responsable de las mujeres de la resistencia y se comprometerá a cuidar de las mujeres del resto de miembros pase lo que pase.

Marianne es una mujer de la aristocracia alemana, culta, inteligente y con unos principios morales profundamente arraigados que llevará hasta sus últimas consecuencias. A raíz de la promesa que le hizo a Connie, su mejor amigo, y a su esposo, de ocuparse de todas las esposas del grupo de resistentes, al finalizar la guerra se impondrá la tarea de encontrar a todas las viudas que pueda. Solo podrá encontrar a dos, Benita y Ania. Marianne las llevará a vivir junto a ella y sus tres hijos al castillo Lingenfels y allí irán poco a poco sobreviviendo a una dura posguerra.

Benita Flenderman, es la viuda de Connie, el mejor amigo de Marianne. Benita es una joven alegre, muy bella, algo superficial y poco inteligente, que confía en su belleza para salir del mundo en el que vive. Durante la guerra se verá separada de Martin, su hijo, y sometida a unas duras condiciones de vida. Marianne la rescatará y la reunirá con su pequeño al que creía muerto y que será el pilar fundamental en la nueva vida de Benita.

Ania Grabarek es madre de dos hijos, Anselm y Wolfgang, llegará al castillo de la mano de Marianne una mujer callada con dos niños igual de taciturnos, que será un punto de apoyo fundamental para Marianne para las tareas diarias del castillo y sacar adelante a su pequeña familia.

El libro está estructurado en cuatro partes con 38 capítulos en total. La narración, en tercera persona, es ágil y no se hace para nada pesada, la historia tiene una fluidez que no esperaba en un tema tan serio como es la post-guerra. Hubiera agradecido unas notas a pie de página para los términos en alemán, pues salvo los más conocidos, el resto no sabía que significaban y eso me descolocaba un poco.

La narración transcurre durante distintas épocas, comenzando en 1938 y continuando en 1945, 1950 hasta finalizar en 1990. Aunque gran parte de la narración transcurre en 1945 y 1950, algunos capítulos nos harán viajar al pasado para mostrarnos pequeños retazos de la vida de nuestras mujeres antes de que la guerra las asolara, y ayudarnos a conocer mejor a nuestros personajes.

Las mujeres del castillo nos cuenta la vida de unas mujeres totalmente diferentes entre sí, que tendrán que sobrevivir, antes, durante y después de la guerra. Cada una con su propio pasado, sus propias vivencias y deseos, y también, sus propios secretos que guardar. Veremos como cada una de ella vivió su vida y las decisiones que tomaron para sobrevivir y sus consecuencias.

La autora, ha hecho un gran trabajo de documentación y nos muestra con total realismo la otra cara de la moneda, la posguerra de los perdedores, donde la gente sigue mirando para otro lado, donde no quieren creer que sean verdad los hechos y atrocidades cometidas y prefieren creer que son propaganda contra su país, donde las personas se tienen que enfrentar a sus actos y donde podemos ver que en la guerra no hay ganadores y sí muchos perdedores, sobre todo de una parte de sí mismos. Podemos ver que la gente no es buena ni mala, simplemente algunos se dejan llevar, y prefieren creer en lo que su gobierno les cuenta y en el adoctrinamiento recibido durante años, haciéndose participe sin quererlo de atrocidades innombrables. Mi personaje favorito ha sido Ania, pues es la que más me ha cautivado, la más compleja y con la historia más oscura e interesante.

Una historia que prácticamente se lee sola, llena de realidad y emociones, que he disfrutado muchísimo, os la recomiendo.

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