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Detrás de esta portada tan colorida, se esconde un personaje peculiar que está buscando su lugar en el mundo, y es que, una frase que Clunny Brown está harta de escuchar es, que nadie sabe cuál es su sitio en la vida. Clunny Brown vive con su tío en Londres, ella le ayuda con su negocio de fontanería pero Clunny es una mujer peculiar, muy alocada, con muchas ganas de descubrir mundo, de vivir aventuras y no es comprendida por su familia. Tras llevar a cabo determinadas acciones, Clunny es enviada a servir a una mansión ubicada en un pueblecito rural en Devonshire con la firme idea de que este trabajo la hará asentarse y encontrar su sitio. Mediante un lenguaje sencillo, irónico y directo, veremos el día a día de Clunny e iremos conociendo más de su peculiar personalidad en la que, sin duda, radica su encanto. Es una lectura ligera, ideal para cuando quieres algo sencillo, entretenido y que te haga pasar un buen rato. Los personajes son todos muy interesantes, desde Clunny hasta los secundarios, absolutamente todos tienen sus claroscuros y no sabrás en ningún momento por dónde pueden salir en la trama. A lo largo de toda la lectura he sentido paz y estaba resultando una lectura relajante, muy llevadera, que te va envolviendo en los enredos que van surgiendo en la mansión y en sus habitantes pero, en los dos últimos capítulos, todo estalla por los aires. La historia cuenta con un final imprevisible pero que, en cierta manera, era lo que tenía que ser y lo que Clunny se merecía. Ha sido una lectura sencilla y el mero hecho de conocer a Clunny Brown y acompañarla en su día a día hace que sea una lectura especial y muy disfrutable. |
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