El Mercader de Venecia

Estimado señor Shakespeare, me permito el atrevimiento de dirigirme a usted en un hipotético mensaje en el espacio temporal desde el siglo XXI hasta su tiempo.

Considero preciso y necesario advertirle de que en el futuro no está bien visto y es considerado políticamente incorrecto el menoscabo de una persona por su condición,raza o sexo.

Cargar las tintas sobre un personaje principal como en este caso es el prestamista judío Shylock le puede acarrear no pocos obstáculos al buen desempeño de su representación y no ser muy bien recibida en numerosos lugares, especialmente en los que los judíos ostentan el poder (que no son pocos).

Salvando este pequeño escollo, no puedo por más que coincidir con la opinión general sobre la excelsa calidad de su obra aunque a título personal no estoy del todo satisfecho con el desenlace de la trama, en concreto lo que atañe a la resolución del caso en los tribunales, aún reconociendo que es original e imaginativa, me ha parecido un tanto forzada y precipitada.

Dicho todo esto desde el más profundo respeto y admiración, espero no haberle importunado con mis observaciones y le dejo para que siga disfrutando de la gloria eterna merecidamente obtenida.

Un saludo de un rendido admirador.