De nuevo vuelvo a sorprenderme con un giro de tuerca a uno de esos géneros que no estoy tan acostumbrada a leer y, precisamente por ello, cada vez estoy más convencida de lo conveniente que es salir de vez en cuando de la zona de confort. Sabía que “Ni el bien, ni el mal” era una novela romántica, erótica y que tenía un toque de fantasía, lo que no sospechaba era que Ana Serrano había sido tremendamente imaginativa al ofrecernos todo eso aunándolo de una forma muy original. Debo decir que el libro es el primero de lo que parece será una saga, pero funciona perfectamente como historia independiente, aunque yo estoy deseando saber mucho más de ese universo que se nos despliega. Antonella es una joven italiana a punto de cumplir los 22 años. Vive con su nana y sus tres hermanos dedicándose a ser guía turístico en una ciudad que se presta mucho a ello. Un día recibirá un encargo muy especial en su trabajo de la mano de un enigmático cliente que no la dejará indiferente; el mismo sentimiento que se repetirá al conocer al nuevo amigo de sus hermanos. Así, en medio de una lucha de emociones, irá descubriendo elementos de su pasado y sus orígenes que en ningún caso podría sospechar. Los personajes que nos presenta la autora son escasos y con desigual desarrollo, pero realmente no es necesario más para una trama tan claramente centrada en Antonella, Hebe y Daemon. Me ha sorprendido gratamente cómo el tono del libro da un auténtico vuelco con esa fantasía creciente que empasta a la perfección con ese hilo romántico y especialmente erótico. Respecto a esto último debo decir que las escenas sexuales están escritas con mucho gusto y la escritora ha tenido mucha imaginación para sacarse de la manga un recurso mágico que lleva a enriquecer toda esta parte más caliente sin perder el romanticismo más puramente tradicional (me entenderéis si leéis el libro, cosa que os recomiendo). Todo lo que tiene que ver con la parte más fantástica me ha generado una grandísima intriga, especialmente una buena cosmogonía formada por dioses, demonios… y un equilibrio entre ese bien y el mal que ya nos anticipa el propio título del libro. La única razón por la que no le doy la máxima puntuación a esta primera obra es precisamente que quiero ver más desarrollado todo este contexto y especialmente lo que tiene que ver con los villanos del libro, algo que puede ser verdaderamente sobrecogedor y tener unas buenas dosis de acción y que de momento solamente hemos vislumbrado (eso sí, con algunos momentos muy desgarradores). Hay que decir que el final del libro es muy intrigante, con un epílogo que supone un gancho verdaderamente captador para el lector hambriento de intensas (y muy tórridas) emociones. + Leer más |