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La madre de Katy fallece justo antes del viaje veraniego que tenían planeado para ir a Italia. Allí, Katy intenta superar su duelo, pero todo cambia cuando su madre, Carol, aparece en carne y hueso. Katy no entiende nada, pero aprovechará este momento para conocer de verdad a su madre. La premisa me llamó mucho la atención, sobre todo por la parte de la relación madre e hija, por tanto, en esta novela, la familia y el duelo son los temas más destacables, así como el ambiente de realismo mágico. El desenlace me ha gustado mucho y me ha dejado una buena sensación. La ambientación es muy bonita y detallada. La autora sabe transportar al lector a las calles de Italia, específicamente en Positano, y también a toda su gastronomía. de hecho, ¡he sentido muchas ganas de comer mientras leía! Creo que tanto el ambiente como la comida son dos aspectos muy relevantes para todo el contexto de la trama, aunque, en un principio, pueda no parecer así. Con respecto al ritmo, la verdad es que es muy ágil gracias al estilo de la autora, aunque hay algunas escenas más reflexivas que hay que leer con más atención. El libro está narrado en primera persona por la protagonista, Katy. Me ha gustado mucho este personaje y cómo evoluciona durante cada página, así como la forma en la que, poco a poco, va conociendo a su madre y superando, a su vez, el duelo. Parte del elenco de personajes secundario es relevante y, en general, me han convencido. No obstante, sí que he sentido que no se profundiza lo suficiente en ellos. La pluma de la autora es mágica y descriptiva, siempre en su justa medida. Tiene un tono perfecto para narrar los sucesos, aspecto que considero muy importante puesto que todo lo que envuelve a la protagonista se trata con mucha delicadeza. Un verano italiano es un libro que combina el realismo mágico con el romance, donde la sanación del personaje principal es el punto de inflexión. Os recomiendo esta lectura si queréis adentraros en una trama distinta y profunda. Enlace: https://jardinesdepapel.es/r.. |
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