Las fuentes del silencio

Previamente a la lectura de este libro había oído muy buenas críticas de la autora, y he de decir que este libro ha cumplido con lo esperado.
La historia se desarrolla en Madrid de 1957, una época complicada y muy diferente a como veía el resto del mundo. Nuestros protagonistas son dos jóvenes que se conocen en un hotel que aloja a turistas, en su mayoría de Estados Unidos. Daniel aspira a convertirse en fotoperiodista, desea retratar el mundo como es, aprovechando un viaje en familia decide fotografiar diferentes aspectos y zonas de Madrid. Ana Torres procede de una familia muy humilde, han experimentado y aún experimentan las consecuencias de la Guerra Civil, trabaja como doncella en el hotel Castellana Hilton.
En este hotel se conocerán ambos, Daniel Mathenson comenzará a sentir cierta atracción sobre la joven, mientras realiza fotografías conocerá caras de un Madrid que pocos conocen, la represión, los secretos, etc. Buscando las respuestas a las preguntas que surgen de sus fotografías conocerá a personas que cargan las consecuencias de la guerra civil, de las decisiones de sus padres, y del silencio de la sociedad. Ana desea un futuro mejor para ella y su familia, las noticias que ve, lee y escucha en el hotel le muestran una realidad en la que hay libertad, donde las mujeres pueden conducir, utilizan vestidos hermosos, fuman, no son dependientes de un hombre… un sueño. Pero la realidad para ella es muy diferente y su hermana no deja de recordárselo, guarda silencio, no hables, es lo que le repite constantemente.

El ritmo de lectura es muy fluido, prácticamente no puedes soltar el libro. El desarrollo de la historia te permite ir hilando acontecimientos y te mantiene concentrado en todo momento, intentando y deduciendo que puede suceder.
El acontecimiento que narra me ha sorprendido, la forma de narrarlo me parece magnífica. Tras la lectura me ha asombrado que fueran capaces de hacer eso a las familias, a los niños y a las madres. Los oídos sordos que hacía la sociedad, tanto la de Madrid como la americana y del resto de países me ha sorprendido. Incluso dentro de la propia familia de Ana se palpa un miedo a todo lo que digan o hagan, por ser hijos de los vencidos.
Este libro también te muestra la pobreza que había en zonas de Madrid, alejadas del centro turística, y por el que prácticamente nadie iba salvo los que habitaban allí, apenas llegar a pagar lo necesario para vivir, renunciar a aspectos cotidianos de nuestro día a día como tener agua corriente, alimentos imprescindibles, etc. Mientras tanto veían a turistas que disfrutaban de unas libertades y condiciones que a ellos les eran negadas, gastando para fortalecer una economía que no les daba nada a ellos.
Me resulto muy curioso que en una parte se comentara que el estado animaba a tener hijos y que se apoyaba a las familias cuantos más miembros tuviesen, sin embargo, también te dice que había familias que dejaban a sus hijos en conventos o centros de adopción diciendo que no tenían con que mantenerlos.
La única cosa que no me ha gustado del todo ha sido el final, no es un final abierto, pero me gustaría que terminase de forma más cerrada, aunque esto es más por gusto propio.
Me ha gustado mucho la obra, el desarrollo, ritmo, suceso histórico que narra y la maestría de la autora para poder explicar un suceso tan complejo desde diferentes ángulos y personajes que se conectan. Las diferentes perspectivas de un mismo hecho, para unos bueno y necesario, para otros horrible y cruel. El miedo a hablar del pasado. Los secretos que no se pueden contar. La incomprensión ante el silencio y censura a diferentes sucesos.
Totalmente recomendable.
Deseo leer más libros de la autora. ¿Me recomiendas alguno?