La literatura fantástica siempre me ha gustado. Es cierto que “Una magia más oscura” es más bien algo juvenil y no llega a la altura de otras grandes del género, pero se deja leer. Resulta muy entretenida y mantiene bastante bien el ritmo. A mí lo que me atrajo de esta novela fue que la ciudad de Londres existiera en tres mundos distintos a la vez. Y que solo unos pocos elegidos puedan viajar entre ellos. En este caso Kell, que posee una Magia muy particular y un ojo negro completamente como rasgo identificativo. Por ponerle algunas pegas, la historia y los personajes poseen varios clichés que le quitan algo de frescura.
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