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"Un Dueto Oscuro" es la culminación perfecta de "Una canción salvaje". Victoria demuestra una vez más su capacidad para sorprendernos y para darnos una visión peculiar de la naturaleza humana. Porque al fin y al cabo esta bilogía trata sobre eso: la naturaleza humana en su estado más salvaje y violenta, generadora y creadora de "monstruos" asesinos que terminan siendo nuestra propia destrucción. Eso es lo fantástico de toda la bilogía, no se trata simplemente de una historia oscura de monstruos; leer estos libros así es como leer Frankestein sin mirar la complejidad detrás del monstruo. Los monstruos de Verity son nuestro Frankestein moderno, nos demuestra de forma cruda y real lo que somos como sociedad y hasta dónde podemos llegar los seres humanos en nuestra violencia y en nuestro egoísmo. Porque al fin y al cabo en este libro siempre se plantea la misma pregunta: ¿quiénes son los monstruos? ¿Ellos o nosotros? ¿Y qué son ellos sino una representación de nuestra propia monstruosidad, de nuestros actos más aberrantes? Incluso la sociedad, representada por la división no sólo de las clases sociales sino de una ciudad dividida literalmente a la mitad, nos muestra una vez más que ante un grave problema nos dividimos y nos enfrentamos. Pero sacando todo el simbolismo que tiene el libro, esta segunda parte nos muestra un August más maduro, que luego de los sucesos del "Una canción salvaje" ha aceptado quién es y ha abrazado su esencia, pero que aún sufre y se pregunta una y otra vez qué se siente ser humano, sin darse cuenta de que él es más humano que muchos. Por otro lado Kate se ha convertido en una verdadera cazadora de monstruos. En el libro anterior amé a Kate y en este terminé de admirarla aún más: su audacia, su fortaleza y su propio sufrimiento te hace ver que detrás de esa guerrera ella anhela una vida tranquila y normal (aunque no lo acepte), que nunca va a poder tener. Este segundo libro tiene mucha más acción. Desde la primera página hasta el final se nota que estamos en el medio de la guerra, acá no hay medias tintas: o se gana y vives o se pierde y mueres. Por eso tiene un marcado tono post apocalíptico que me encantó. Los personajes son todos complejos y geniales y siguen con su crecimiento en este nuevo mundo casi dominado por monstruos. Incluso los nuevos personajes tienen un rol importante y crucial, nadie está allí para hacer relleno. El nuevo monstruo que aparece me pareció una genialidad, es algo más complejo y aterrador, algo que ha nacido de forma silenciosa y fue tomando cuerpo en una ciudad donde los pecados no se ven, pero están. Y por eso su naturaleza es más oscura y su forma de matar más silenciosa. Es como un virus, una cosa agazapada que espera el momento oportuno. Me encantó el reencuentro de August y Kate y las cosas que Kate dice a todos en cada momento, ella no se anda con rodeos y por eso ve todo tal cual es. El final es magistral, un golpe duro y certero que te deja pensando por varios días, pero que no puede ser de otra forma. Y ahí hay otro punto para la autora que no tiene miedo de nada a la hora de culminar una historia que nunca fue alegre ni feliz. Es el cierre perfecto para una bilogía que me gustó muchísimo y que sin duda en algún momento volveré a leer. No te deja descansar, te quedas sin respiro y no podes dejar de leer hasta llegar a la última página. ¡Excelente! |
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