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Como bien saben si me siguen en Instagram, en medio de una crisis de aburrimiento pre vuelta a la universidad, tuve la idea de leer y reseñar los libros más populares de booktok y bookstagram (sin morir en el intento), fue una gran decisión empezar con este. Llegué a “La Vida Invisible de Addie LaRue” sin conocer de que iba, sin tener experiencia previa con la autora, y, con el único spoiler de que acabaría llorando como nunca en mi vida. Aquí les dejo otro: no fue así. Pero debo reconocer que en mi cesta hay más flores que piedras para arrojar a la historia, así que vamos a lo nuestro. Nos presentan a Addeline, una niña Francesa del siglo XVIII con una vida tranquila, que pronto le resultará pequeña. Ella quiere cruzar fronteras, embriagarse de experiencias y conocer todo lo que pueda conocerse, y por sobre toda las cosas, vivir sin pertenecer a nada ni nadie, sin embargo, el tiempo seguirá su rumbo y las estaciones marcarán cambios importantes en su vida, ahora debe casarse y cumplir su rol de madre, o tomar la última oportunidad que le queda para huir de una vida que no considera suya. Addie escapa de su boda y se interna en el bosque buscando a los dioses que llevan una vida entera acompañándola, en medio de su desesperación pacta con el dios equivocado y obtiene lo que quiere por un precio enorme, libertad a cambio de olvidó, inmortalidad a cambio de su alma. Trescientos años más tarde, Addie está familiarizada con su ritmo de vida, , con la presencia de su dios siguiendo su sombra como su único amigo. Ha vivido hasta el cansancio y, realmente, empieza a cansarse, pero todo cambia el día que decide robar un libro viejo, y una persona la recuerda por primera vez desde que entrego su alma. Ahora bien, la historia me parece fascinante, aborda temas como la soledad profunda que la protagonista siente en determinados momentos, el olvido por parte de las personas, y en contraposición, la influencia que Addie consigue dejar a su paso en un mundo que la destina a la insignificancia. También aprecio la cara histórica, por pequeña que sea, siempre es grato ver fragmentos de realidad en cualquier mundo de fantasía. La manera en esta escrito es preciosa, lo escenarios y las descripciones te hacen olvidar que lees, además, la concepción del arte como una divinidad que mueve la vida de Addie es hermosa por dónde se mire. También es cierto que otro aspecto me genero conflicto: Los personajes. No alcance a empatizar por completo con Addeline, la describen como una mujer que sabe lo que quiere, y que sacrificar para conseguirlo, alguien fuerte y maduro, aunque no dudo de su fortaleza, sus acciones pensamientos y diálogos me resultan inmaduras para alguien que lleva trescientos años en el mundo. Por otro lado está este librero (Olvide su nombre) su arco de historia es mucho más complejo que el de la propia Addie y se lo creo, aunque también un poco incongruente en el pensar/actuar, pude quererlo como a un amigo intimo. Para mí sorpresa, Luc se robó la atención de toda la historia, se trata de un villano bien construido, casi seductor, que consiguió darle vuelta la trama a su conveniencia y pasar por alto todas la preguntas que tenía sobre su identidad, su interés es genuino, su poder, inconcebible, lo que me lleva a mi único problema con el. No entiendo su “Necesidad” de Addie, el tipo de relación que lleva con ella es muy conveniente para la trama y al final, me sentí defraudada por su actuación y la de los otros dos, esperaba algo mucho mejor. Un libro con mucho reconocimiento y una historia linda, pero no es lo que me prometieron. |
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