La vida invisible de Addie Larue

Oh, ser una chica francesa que se arrodilló en el bosque, en la víspera de una boda que no quería, y rezó por la libertad de un dios, o tal vez un demonio, que solo respondió después del anochecer, y le hizo un trato que crecerá para ser como una espina clavada en ella, una burla: vivirá para siempre, pero será olvidada por todos los que se encuentre, siempre fuera de su alcance. Una eternidad revoloteando de un lugar a otro, nunca sintiéndose como en casa en ningún lugar, y de una persona a otra, dejando atrás solo la sensación fantasmal de su toque y el vago recuerdo de siete pecas salpicando sus mejillas, como una dispersión de estrellas. …

Hasta que un chico nacido con el corazón roto dice: "Te recuerdo".

He leído muchos de los libros de Schwab, y puedo afirmar con confianza que este es, sin duda, el mejor escrito que ha producido. La premisa es apasionante, pero lo realmente mágico es la escritura de la autora con su calidad sensible, como si pudieras escuchar cada palabra a medida que toma forma en el papel como un susurro en tu oído, esa inconfundible cadencia de narrador que podría convertir una esquina en un lugar sagrado.

La vida invisible de Addie LaRue está repleta de pasajes de descripción fascinante, que se siente como abrazo aterciopelado de la narración. Incluso ahora, días después de haberlo leído, me encuentro volviendo a partes del libro para volver a experimentar la prosa embriagadora, para abrir esos momentos y extenderlos por completo, y descubrir qué es lo que los hizo astillarse dentro de mí.

Este no es un libro de conflictos emocionantes o particularmente llenos de suspenso, sino una historia de encuentros imborrables y conmovedores. La novela pasa a un ritmo pausado, mientras la historia toma forma lentamente ante su lector como humo vertido en un molde invisible. Esto podría ser potencialmente frustrante para los lectores que prefieren tramas propulsoras y resoluciones claras, ya que la novela no ofrece ninguna de las dos, pero me encantó precisamente por eso.