No fui con demasiadas expectativas con este libro y me alegré. Para mí no ha sido la historia más original, pero sí una superacogedora, de estas que te apetece leer una tarde con mantita mientras bebes té y oyes la lluvia de fondo. Trata temas muy interesantes, como el paso inexorable de la vida, el significado de la muerte (¿qué queda de nosotros cuando nos vamos?), la soledad y la dependencia emocional. Además, los capítulos son muy cortos y eso ayuda a que el ritmo de lectura se agilice. |