Gallant

Olivia Prior se ha criado en un orfanato, sin conocer nada de su familia excepto aquello que el diario de su desaparecida madre le cuenta. Inesperadamente, un familiar solicitará el regreso de Olivia a la casa familiar, a Gallant, el lugar al que su madre le advirtió que nunca debía ir. Y es que algo oscuro habita en Gallant y una maldición recae sobre los Prior.
Si algo hay que destacar de esta lectura es lo corta y entretenida que se hace, aunque el mundo que plantea se queda muy en el aire. La presentación de la infancia de Olivia se nos hace de una forma rápida, junto a mostrar lo mucho que los dibujos y textos del diario significan para ella. de hecho, ambas cosas se presentan en el libro para aportar mayor profundidad a la historia y ver cómo Gallant afecta a la vida de la madre de Olivia.

Si bien la trama avanza rápido, todo el mundo que crea la autora se muestra en pequeñas pincelas y algunas de las respuestas de por qué suceden determinadas cosas quedan sin una explicación, meramente se debe aceptar que es así. La trágica historia de los Prior se va desgranando a partir de lo que Olivia conoce al llegar al hogar de su familia pero también a partir de las cosas que se detallan en el diario de su madre y aquello que nos cuenta el villano de la historia, ese señor que habita en las sombras de Gallant.

Los personajes no son excesivamente profundos y tampoco se nos da muchos tiempo para poder conocerlos, ni a la propia Olivia, cuyo motor vital es encontrar un lugar al que pertenecer. Su primo Matthew es un joven obsesionado por el legado familiar, y los sirvientes de la casa son meros contrapuntos al carácter de Matthew y sirven para dar algo de información. En conjunto la historia se queda floja, como si quedara mucho por contar y sucediendo en un par de días pese a todo lo que tenía para ofrecer.

Colibrí.