Tengo que deciros que Schlink, desde El lector, es para mí un descubrimiento en cada nuevo libro que leo. Lo considero el John Boyne alemán y cada lectura es una verdadera delicia. En Olga nos adentramos en la Alemania anterior a la segunda guerra mundial a través de la historia de amor de nuestra protagonista y Herbert, un aventurero indomable. La novela se divide en tres partes, cada una de ellas contada por un personaje distinto. Entretenida, tierna, cautivadora, amena y bien escrita y estructurada. Es un regalo para los sentidos |